La tirada y lectura de las cartas del tarot es usado como medio para consultar e interpretar acontecimiento presentes, pasados o futuros. Esta cartomancia se basa en la selección de una serie de cartas de una baraja especial, y que son interpretadas por una persona conocedora de esta técnica, según el orden en que fueron seleccionadas.
Las barajas de tarot se componen de 78 cartas, divididas en arcanos mayores y arcanos menores.
Para nuestra tirada usamos solo las 22 cartas de los arcanos mayores. Esta tirada nos brinda una visión más esclarecedora, realista e imparcial del momento exacto en el que nos encontramos o del asunto por el que preguntamos. Es como tener una segunda opinión totalmente desinteresada. Relacionar el pasado con el presente nos ayudará a prevenir futuros infortunios.
Instrucciones: Concéntrate en el problema que tienes y que quieres consultar al tarot. Selecciona tres cartas de las veintidos que te mostramos y pulsa en Ver Cartas, y te mostraremos lo que te depara el futuro.
Origen del Tarot
No hay pruebas concluyentes acerca del origen del Tarot. Muchos investigadores proclaman su origen egipcio y aseguran que es vestigio del Libro de Thot, (dios egipcio de la magia, las ciencias y la matemática, conocedor del pasado, presente y futuro) Esta teoría ha sido muy difundida, pero los Tarots Egipcios que conocemos no son ilustraciones antiguas, como muchos creen, sino creaciones de autores modernos.
Emilio Salas le asigna al Tarot una relación directa con la cábala. En El Gran Libro del Tarot (Robin Boock, Barcelona, 1992) destaca el término hebreo “nabi” (en español “profecía”), del cual se deriva la palabra naipe. Por su parte, Paul Foster Case, ocultista e investigador cuyo Tarot es empleado por la escuela hermética B.O.T.A. (Builders of the Aditum), indica que sobre el año 1200 d. C., tras la destrucción de Alejandría, adeptos ocultistas de todo el mundo (sabios, astrólogos, místicos) se reunieron en la ciudad de Fez, Marruecos.
Debido a la barrera del idioma, adoptaron un sistema basado en ideas primordiales comunes a judíos, cirios, tibetanos e indios, que representaron en claves pictográficas. Estas claves fueron conocidas como “arcanos” (secretos), dando origen al Tarot.
La primera referencia escrita acerca del Tarot en Europa, es un manuscrito sienés (Trattato de governo della familia di Pipozzo) de 1299, donde se menciona la existencia de los “naibis”, y recomienda a los caballeros abstenerse de jugar a las cartas. No se ha encontrado ningún documento anterior como prueba científica de la existencia del Tarot.
Lo que sí es un acuerdo común es que el Tarot proviene de maestros espirituales que “guardaron” en las imágenes simbólicas sus conocimientos herméticos. En las escuelas esotéricas y herméticas de occidente, las “claves” del Tarot han servido como vías de autoconocimiento y ascenso espiritual, ya sea a través de la meditación en ellas o mediante el estudio de sus mensajes y relaciones.
Gareth Knight, un estudioso del Tarot, en el portal del Círculo Dorado afirma: “La tradición de los misterios occidentales toma sus fuentes principales de la sabiduría de las culturas que se asentaron alrededor del Mediterráneo, Europa y medio Oriente. De esta manera obtenemos una fusión de las tradiciones Egipcia, Griega, Celta, Nórdica, Musulmana, Judía y Cristiana”.
Cada una de éstas es en sí misma un camino hacia el autoconocimiento.